La iglesia dedicada a San Vicente y la casa del cura, mantienen en perfecto estado los tejados segovianos.
Así mismo el consultorio de salud y las escuelas, también los tienen en buenas condiciones, incluso las dos buhardillas del primero.
En el centro del pueblo se mantienen sobre un 65% de los tejados tradicionales.
En algunos, se puede ver las antiguas chimeneas de fuego bajo, que también se utilizaban para secar embutidos y jamones, y que están desapareciendo a la vez que los tejados.
Es preocupante, no ver ninguna casa ni nueva ni rehabilitada, que haya mantenido más allá de las paredes de piedra.
Dado que la estadística de tejados, se basa en construcciones en declive, es de prever que irán desapareciendo a medida que se arreglen o reconstruyan.
En general son viviendas bajas las que mantienen los tejados tradicionales.
Se puede apreciar la diferencia entre los tejados de la segunda mitad del siglo XX y los anteriores por la realización de un río de cada diez vuelto para darle mayor estabilidad al viento.
Ni Ayuntamiento, ni las casas rurales, dan ejemplo de buen hacer porque no han conservado el tejado original.
Pese a haber bastantes edificios con tejados segovianos, el futuro es muy malo, porque todos los nuevos edificios sobre todo en la periferia hacen que no haya más del 50% de ellos antiguos y siguen bajando.
Caso aparte es la urbanización que está a 2 Kms. alejada del pueblo llamada, Las Jarillas que son unos 300 chalets, cuadrados, con monocapa en fachada y teja de hormigón, que es lo más feo que se puede ver.
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