Pueblo con casas bajas en su mayoría, y que conserva todavía bastantes tejados segovianos, quizás debido a la baja población.
Todavía además de los tejados a la segoviana se pueden apreciar los muros realizados con aparejo de lajas y codones (cantos rodados de medio tamaño) que dan calificativo al nombre del pueblo.
En algunas viviendas reformadas se han mantenido los tejados originales, incluso la chimenea de fuego bajo, aunque aparecen otras, para cubrir las nuevas necesidades actuales.
El ayuntamiento y el consultorio médico están en nuevos edificios pero con tejados tradicionales a la segoviana, dando ejemplo.
Otras casa no tan nuevas mantienen bien el tejado a la segoviana con refuerzo de las bocatejas con cemento para evitar el movimiento con los vientos.
Otras aun no habiendo sufrido cambios drásticos mantienen bien el tejado a la segoviana.
En general todos los tejados acumulan líquenes aunque los hay con mugo de tamaño considerable.
Alguna parra decora los aleros de los tejados segovianos de las casas en esta zona de la D.O. Rueda.
La iglesia de San Miguel Arcángel con su nido de cigüeña y campanario que hace de frontón, también está rematado por el tejado a la segoviana.
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